Prometió una traducción y mostró la prueba.

Medita sobre estas cosas

En Hechos 1:1-11, Jesús hizo lo inusual, se mostró vivo después de su pasión con muchas pruebas infalibles, siendo visto por ellos (discípulos) cuarenta días, y hablando de las cosas pertenecientes al reino de Dios. Les dijo que esperaran en Jerusalén la promesa del Padre; porque Juan verdaderamente bautizó con agua; pero dentro de no muchos días seréis bautizados con el Espíritu Santo. Y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Y habiendo dicho estas cosas, mientras ellos miraban, fue alzado; y una nube lo ocultó de su vista. (¿Te imaginas cómo, mientras lo miraban, comenzó a ascender hacia el cielo y la nube lo recibió; eso fue sobrenatural, la ley de la gravedad no pudo detenerlo?) Recuerda que Él creó la gravedad.

Y mientras ellos miraban fijamente hacia el cielo mientras él subía, he aquí, dos hombres vestidos con vestiduras blancas se presentaron junto a ellos; que decía: “Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”.

Jesús en Juan 14:1-3, habló de la casa de su Padre y de las muchas mansiones. También dijo que iba a preparar un lugar y que vendría y nos llevaría a ti y a mí (la traducción) para estar con él. Él viene desde arriba del cielo para sacarnos de la tierra, y a los que duermen abajo de regreso al cielo arriba. Esto lo hará, mediante el acto de la traslación, por los que murieron en Cristo y por los que están vivos y permanecen fieles en la fe. Pablo vio la revelación, la visión y la escribió para consolar a los verdaderos creyentes (1 Tes. 4:13-18). Estad también vosotros preparados, velad en oración; que puedas ser partícipe de la repentina traslación de los elegidos que pronto ocurrirá. No os lo perdáis, os lo digo por las misericordias de Dios. Reconciliaos con Dios ahora, antes de que sea demasiado tarde.

Jesús prometió la traducción en Juan 14:3, dio la evidencia en Hechos 1:9-11 y se la reveló a Pablo en 1 Tes. 4:16, como testigo. En todos estos vino Jesucristo, no el Padre ni el Espíritu Santo, para reunir a los suyos; porque Él es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Su sangre derramada en la Cruz del Calvario es el único pasaporte y visa del bautismo del Espíritu Santo que te permite entrar; comenzando por la salvación, (arrepentirse y convertirse), sólo por la fe en Jesucristo. El tiempo es corto. Recuerde que Salmo 50:5 es cuando ocurre la traducción: “Reúnanme a mis santos; los que hicieron conmigo pacto mediante sacrificio” (es decir, creyendo en el evangelio).

Prometió una traducción y mostró la prueba – Semana 05