Nuestra partida está tan cerca

Medita sobre estas cosas.

Por extraño que parezca, es cierto. Dios está despertando a su pueblo porque nuestra partida repentina está cerca. Pero al mismo tiempo hay aquellos que son identificados por 2 Pedro 3:1-7, “Y diciendo: ¿dónde está la promesa de su venida? Porque desde que los padres durmieron, todas las cosas continúan como estaban desde el principio de la creación. Porque voluntariamente ignoran esto: que por la palabra de Dios, los cielos eran desde el principio, y la tierra estaba sobre el agua y en el agua…”. Nuestra partida está muy cerca, pueblo de Dios.

La semana pasada una hermana en oración escuchó estas palabras: “HA BAJADO EL VEHÍCULO QUE LLEVARÁ A LOS SANTOS”. Ella lo envió a la gente y yo fui uno de los que lo recibió. La terminal de nuestra salida puede estar en cualquier lugar, la embarcación o el vehículo puede tener cualquier forma y tamaño. Recuerde 2 Reyes 2:11, “apareció un carro de fuego y caballos de fuego, y los separó a ambos; y Elías subió al cielo en un torbellino. Elías era un solo hombre pero la traducción estará compuesta por muchas personas y quién sabe el tipo de vehículo o embarcación que nos llevará al cielo también. Cuando veamos a Jesucristo en la nube, todos saldremos de la nave o la nave cambiará a otra cosa ya que la gravedad no tendrá poder sobre nosotros.

Quizás te preguntes si esto puede ser así; pero recuerda que también es un mover espiritual de Dios. Varios miles de personas abandonaron Egipto con Moisés y caminaron por el desierto durante cuarenta años. Sus zapatos y ropa no se gastaron, porque el Señor los llevaba en una embarcación diferente llamada alas de águila. lea Éxodo 19:4; lea Deut. 29:5 también Deut. 8:4. El Señor los llevaba, una nación entera sobre alas de águila. Quién sabe qué ha elaborado para que la traducción nos lleve a casa. No habrá gente torcida en este vuelo a pesar de que Dios permitió que algunos de ellos en las alas del águila llegaran a la tierra prometida. Este próximo vuelo es hacia la verdadera tierra prometida, la gloria en los cielos.

Este miércoles por la mañana en un sueño de la noche, un hombre vino a mí y me dijo: ¿el Señor lo envió a preguntarme si sabía que había llegado el tren que llevaría a los elegidos? Le respondí que sí, lo sabía y que los que van se están preparando en pureza y santidad ahora. (Puede significar algo para algunos y nada para otros, haga su juicio personal, es solo un sueño de la noche, puede decir). Gálatas 5, le hará saber que las obras de la carne no van con la santidad y la pureza. . Pero el fruto del Espíritu es hogar de santidad y pureza. Para entrar en este oficio el fruto del Espíritu en santidad y pureza es absoluta necesidad.

La traducción es encontrarse con Dios y Matt. 5:8 dice: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”. Lea también 1 Pedro 1:14-16: “Como hijos obedientes, no os conforméis en vuestra ignorancia a las concupiscencias anteriores; sino que, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos; porque soy santo”. Tengan la seguridad de que nuestra partida está cerca. Estad preparados, velad y orad. ¿Qué darás a cambio de tu vida? ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perder su alma? Nuestra partida está muy, muy cerca. Estén preparados porque en una hora, cuando crean que no, llegará ese momento, cuando de repente seamos atrapados, la traducción. Estad también vosotros preparados. “Lo que os digo, lo digo a todos los que velan”, dice el Señor Jesucristo.

Nuestra partida está muy cerca – Semana 20