Solo los sabios conocen el nombre secreto

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Solo los sabios conocen el nombre secreto

039-Solo los sabios conocen el nombre secreto

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Daniel 12:2, 3, 10; Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión eterna. Y los sabios resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas por los siglos de los siglos. Muchos serán purificados, y emblanquecidos, y purificados; mas los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá; pero los sabios entenderán.

Lucas 1:19, 31, 35, 42, 43, 77. Y respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios; y he sido enviado para hablarte y mostrarte estas buenas nuevas. Y he aquí, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por tanto, también lo santo que nacerá de ti, será llamado Hijo de Dios. Y ella habló a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. ¿Y de dónde me viene esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Para dar conocimiento de la salvación a su pueblo por la remisión de sus pecados

Lucas 2:8, 11, 21, 25, 26, 28, 29, 30; Y había en la misma tierra pastores que moraban en el campo, velando de noche por su rebaño. Porque os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Y cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, se le puso por nombre JESÚS, que así fue llamado por el ángel antes de que fuera concebido en el vientre. Y he aquí, había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón; y el mismo hombre era justo y piadoso, esperando la consolación de Israel: y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le fue revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Entonces lo tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, y dijo: Señor, ahora despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación.

Mateo 2:1, 2, 10, 12; Y cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, he aquí unos magos vinieron del oriente a Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarlo. Cuando vieron la estrella, se regocijaron con un gozo muy grande. Y siendo advertidos por Dios en sueños que no volvieran a Herodes, se fueron a su tierra por otro camino.

Lucas 3:16, 22; Respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, la correa de cuyo calzado no soy digno de desatar; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego: Y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal como una paloma, y ​​salió una voz del cielo, que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.

Juan 1:29, 36, 37; Al día siguiente Juan ve a Jesús que viene a él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Y mirando a Jesús mientras caminaba, dice: ¡He aquí el Cordero de Dios! Y los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús.

Juan 4:25,26; Dícele la mujer: Yo sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga, nos declarará todas las cosas. Jesús le dice: Yo, el que habla contigo, soy.

Juan 5:43; Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a éste recibiréis.

Juan 12:7, 25, 26, 28; Entonces dijo Jesús: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estuviere, allí también estará mi siervo; si alguno me sirviere, mi Padre le honrará. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo, que decía: Lo he glorificado y lo glorificaré de nuevo.

Lucas 10:41, 42; Respondió Jesús y le dijo: Marta, Marta, tú estás preocupada y preocupada por muchas cosas: pero una cosa es necesaria: y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

Colosenses 2:9; Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.

1er Timoteo 6:16; el único que tiene inmortalidad, que habita en la luz a la que ningún hombre puede acercarse; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver; al cual sea la honra y el poder sempiternos. Amén.

Pergamino #77 – Esperemos esa esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo. Pero el verdadero Dios invencible (nuestro campeón Jesús), con el espíritu de Su boca, destruirá al dios falso con el resplandor de su Venida.

Pergamino #107 – En las cosas importantes, Dios mismo establece la fecha. Lo anterior es significativo, y toma en consideración que Dios le revelará a su pueblo los tiempos y la estación de Su venida, pero no el día ni la hora exacta. Se les mostrará la crisis más importante de todas, el final de la era. Nuestro Dios es grande, habita la eternidad, más allá de la dimensión del tiempo. Y pronto estaremos con Él.

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