Secreto de permanecer en mí

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Secreto de permanecer en mí

Continuo….

Nuestro corazón debe desear siempre esta relación íntima (permanecer) con Dios, que sólo es posible a través y en Jesucristo. Salmo 63:1, “Oh Dios, tú eres mi Dios; De mañana te buscaré: mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en tierra seca y sedienta, donde no hay agua”. Para permanecer debemos separarnos del pecado y del mundo primero, y anclarnos en la palabra y las promesas de Dios, en Cristo Jesús.

Lucas 9:23, 25, 27; Y dijo a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perderse a sí mismo o ser desechado? Pero en verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios.

1er Cor. 15:19; Si en esta vida sólo tenemos esperanza en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres.

Santiago 4:4, 57, 8; Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Por tanto, cualquiera que quiera ser amigo del mundo, es enemigo de Dios. ¿Pensáis que en vano dice la Escritura: El espíritu que mora en nosotros tiene deseos de envidia? Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acércate a Dios y él se acercará a ti. Limpiaos vuestras manos, pecadores; y purificad vuestros corazones, de doble ánimo.

1 Juan 2:15-17; No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la soberbia de la vida, no son del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa y sus concupiscencias; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Juan 15:4-5, 7, 10; Permaneced en mí y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; ya no podéis más, a menos que permanecáis en mí. Yo soy la vid, vosotros sois los pámpanos: el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que queráis, y os será hecho. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

CD – 982b, Fe permanente, “Permanecer es seguir adelante. La fe permanente es la fe de los profetas, el camino apostólico. Aférrate a él porque te pondrá en el camino correcto. Es la fe del Dios vivo (permanezcan en ella). Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que queráis y se os hará. Esa es la fe que está en la Roca y esa Roca es el Señor Jesucristo. {El secreto de permanecer en Cristo Jesús es creer y cumplir su palabra}

082 – Secreto de permanecer en mí – en (PDF)