Las armas de destrucción enmascaradas

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Las armas de destrucción enmascaradas

Continuo….

Amargura:

Efesios 4:26; Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo;

Santiago 3:14, 16; Pero si tenéis celos amargos y contiendas en vuestros corazones, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad. Porque donde hay envidia y contienda, allí hay confusión y toda obra mala.

Codicia / Idolatría:

Lucas 12:15; Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

1 Samuel 15:23; Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como iniquidad e idolatría la obstinación. Por cuanto desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado a ti para que no seas rey.

Colosenses 3:5, 8; Mortificad, pues, vuestros miembros que están sobre la tierra; fornicación, inmundicia, pasiones desordenadas, malas concupiscencias y avaricia, que es idolatría; pero ahora también vosotros despojaos de todo esto; ira, ira, malicia, blasfemias, palabras indecentes de vuestra boca.

Envidia:

Proverbios 27:4; 23:17; La ira es cruel, y la ira es indignante; pero ¿quién podrá estar de pie ante la envidia? No envidie tu corazón a los pecadores, sino que estés en el temor de Jehová todo el día.

Mateo 27:18; Porque sabía que por envidia le habían entregado.

Hechos 13:45; Pero cuando los judíos vieron las multitudes, se llenaron de envidia, y hablaban contra las cosas que Pablo decía, contradiciendo y blasfemando.

Resentimiento:

Santiago 5:9; Hermanos, no os enfadéis los unos con los otros, para que no seáis condenados: he aquí, el juez está delante de la puerta.

Levítico 19:18; No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo: Yo Jehová.

1 Pedro 4:9; Sean hospitalarios los unos con los otros sin resentimiento.

Malicia:

Colosenses 3:8; Mas ahora también vosotros despojaos de todo esto; ira, ira, malicia, blasfemias, palabras indecentes de vuestra boca.

Ef. 4:31; Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.

1 de Pedro 2:1-2; Por tanto, dejando a un lado toda malicia, y todo engaño, e hipocresías, y envidias, y todas las maledicencias, desead como niños recién nacidos, la leche sincera de la palabra, para que por ella crezcáis;

Palabras ociosas:

Mate. 12:36-37: Mas yo os digo, que de toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.

Efesios 4:29; Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para el uso de edificación, a fin de que imparta gracia a los oyentes.

1er Cor. 15:33; No os engañéis: las malas comunicaciones corrompen las buenas costumbres.

Solución:

ROM. 13:14; Mas vestíos del Señor Jesucristo, y no hagáis provisión para la carne, para satisfacer sus concupiscencias.

Tito 3:2-7; Que no hablen mal de nadie, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres. Porque también nosotros mismos éramos en ocasiones insensatos, desobedientes, extraviados, sirviendo a diversas concupiscencias y deleites, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y aborreciéndonos unos a otros. Pero después de eso se manifestó la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador para con los hombres, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino según su misericordia nos salvó, por el lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo; la cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador; Que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.

heb. 12:2-4; Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe; el cual por el gozo puesto delante de él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Pues considerad a aquel que soportó tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que no os canséis ni desmayéis en vuestra mente. Aún no habéis resistido hasta la sangre, luchando contra el pecado.

ROLLO #39 – (Ap. 20:11-15) El que ocupa este asiento es el Señor que todo lo ve, la Deidad eterna. Se sienta en su espanto y su omnipotencia dramática, listo para juzgar. La luz explosiva de la verdad resplandece. Los libros se abren. Ciertamente el cielo guarda libros, uno de las buenas obras y otro de las malas. La novia no viene bajo juicio pero sus hechos son registrados. La novia ayudará a juzgar (1 Cor. 6:2-3) El impío será juzgado por lo que está escrito en los libros, entonces quedará mudo delante de Dios, porque su registro es perfecto, nada le falta.

He aquí que no dejaré a Mi pueblo en tinieblas respecto al misterio de Mi regreso; pero Yo daré luz a Mis elegidos y ella sabrá la cercanía de Mi regreso. Porque será como una mujer con dolores de parto para dar a luz a su hijo, porque yo le advierto a intervalos de cuán cerca está antes de dar a luz a su hijo. Así Mis elegidos serán advertidos de diferentes maneras, velad.

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