Hecho oculto – Observación secreta

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Marcos 13:30, 31, 32, 33, 35; De cierto os digo, que no pasará esta generación, hasta que todas estas cosas sean hechas. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero de aquel día y de aquella hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. Mirad, velad y orad, porque no sabéis cuándo será el tiempo. Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si a la tarde, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana;

Mate. 24:42, 44, 50; Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Por tanto, estad también vosotros preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis. Vendrá el señor de aquel siervo en día que él no espera, y á la hora que él no sabe,

Mate. 25:13; Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que ha de venir el Hijo del hombre.

Apocalipsis 16:15; He aquí, vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.

Escritura especial #34 Muchos de mis compañeros notan una unción realmente fuerte en mis sermones y escritos grabados. Es el aceite de la unción del Espíritu Santo para Su pueblo, y Él bendecirá a aquellos que leen y escuchan, y que se mantienen llenos de Su poder y tienen una fe fuerte en Su Palabra.

En tiempos antiguos, la noche se dividía en cuatro vigilias desde las 6 de la tarde hasta las 6 de la mañana. La parábola definitivamente trae a la luz la medianoche. Pero fue un poco después de que se hizo el grito, la próxima guardia es de 3 a. m. a 6 a. m. Su venida fue a veces después de la vigilia de medianoche. Pero también en algunas partes del mundo será de día y en otras será de noche durante el tiempo de Su venida (Lc 17, 33-36). Entonces, proféticamente, la parábola significa que fue en la hora más oscura y tardía de la historia. Se puede decir que fue en el ocaso de la era. Así también a nosotros con Su verdadero mensaje, Su regreso puede ser entre la medianoche y el crepúsculo. “Mirad que el Maestro no venga por la tarde, por la noche, por el canto del gallo o por la mañana” (Marcos 13:35-37). No sea que viniendo de repente te encuentre durmiendo. La palabra clave es estar alerta en las escrituras y conocer las señales de Su venida.

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