La revelación personal secreta de Jesús a algunos

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Juan 4:10,21,22-24 y 26; Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; Le habrías pedido y él te habría dado agua viva. Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis no sabéis qué: nosotros sabemos lo que adoramos, porque de los judíos es la salvación. Pero viene la hora, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque el Padre busca que tales le adoren. Dios is un Espíritu; y los que le adoran, deben adorarle en espíritu y en verdad. Jesús le dijo: Yo soy el que habla contigo.

Juan 9:1, 2, 3, 11, 17, 35-37; Y al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: Ni éste pecó, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. Él respondió y dijo: Un hombre que se llama Jesús hizo barro, y ungió mis ojos, y me dijo: Ve al estanque de Siloé y lávate; y fui y me lavé, y recobré la vista. Vuelven a decir al ciego: ¿Qué dices tú del que te ha abierto los ojos? Él dijo: Él es un profeta. Jesús escuchó que lo habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees en el Hijo de Dios? Él respondió y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él? Y Jesús le dijo: Tú le has visto, y es él quien habla contigo.

Mateo 16:16-20; Y Simón Pedro respondió y dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo. Y respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra quedará desatado en los cielos. Luego mandó a sus discípulos que a nadie dijeran que él era Jesús el Cristo.

Hechos 9: 3-5, 15-16; Y yendo en camino, llegó cerca de Damasco; y de repente una luz del cielo lo rodeó; y cayó a tierra, y oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y él dijo: ¿Quién eres tú, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues: duro te es dar coces contra el aguijón. Pero el Señor le dijo: Ve, porque él es un instrumento escogido para mí, para llevar mi nombre delante de los gentiles, y de los reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le será necesario padecer por mi causa. por el nombre.

Mate. 11:27; Todas las cosas me son entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre; Nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quiere revelarlo.

Rollo #60 párrafo 7, “He aquí, estos son los actos de la deidad, el Todopoderoso, y nadie hable de manera diferente o incrédulo, porque es un placer para el Señor revelarlo a sus hijos en esta hora. Bienaventurados y dulces los que creen. porque me seguirán adondequiera que vaya en el cielo en el futuro”.

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