Guerra espiritual

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Guerra espiritual

Continuo….

Marcos 14:32,38,40-41; Y llegaron a un lugar que se llamaba Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Siéntense aquí mientras yo oro. Velad y orad, para que no entréis en tentación. El espíritu verdaderamente está listo, pero la carne es débil. Y cuando volvió, los encontró otra vez dormidos (porque sus ojos estaban pesados), y no sabían qué responderle. Y vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad: basta, la hora ha llegado; he aquí, el Hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores.

Marcos 9:28-29; Y cuando entró en la casa, sus discípulos le preguntaron en privado: ¿Por qué no pudimos echarlo fuera? Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.

Romanos 8:26-27; Así también el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades; porque qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Génesis 20:2-3,5-6,17-18; Y dijo Abraham de Sara su mujer: Mi hermana es: y envió Abimelec rey de Gerar, y tomó a Sara. Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí, eres hombre muerto por causa de la mujer que has tomado; porque ella es la esposa de un hombre. ¿No me dijo: Ella es mi hermana? y ella, ella misma dijo: Mi hermano es; con integridad de mi corazón y con inocencia de mis manos he hecho esto. Y Dios le dijo en un sueño: Sí, sé que hiciste esto con la integridad de tu corazón; porque yo también te detuve de pecar contra mí; por tanto, te permití que no la tocaras. Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su mujer y a sus siervas; y dieron a luz hijos. Porque Jehová había cerrado bien toda matriz de la casa de Abimelec, por causa de Sara mujer de Abraham.

Génesis 32:24-25,28,30; Y Jacob se quedó solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.

Y cuando vio que no prevalecía contra él, tocó el hueco de su muslo; y el hueco del muslo de Jacob se dislocó, mientras luchaba con él. Y él dijo: No se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel; porque como príncipe tienes poder con Dios y con los hombres, y has vencido. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peniel, porque he visto a Dios cara a cara, y mi vida ha sido guardada.

Efesios 6:12; Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra la maldad espiritual en las alturas.

(estudio adicional sugerido 13-18) ;

2 Corintios 10:3-6; Porque aunque andamos en la carne, no militamos según la carne: (Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;) derribando argumentos y toda altivez que enaltece contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo; y estando prontos para vengar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea cumplida.

CD 948, La guerra cristiana: “Cuando comienzas a orar en el Espíritu de Dios, el Espíritu puede hacerlo mucho mejor que tú. Incluso orará por cosas que no conoces (incluso la estrategia del enemigo en la guerra). En pocas palabras, Él ora a través de ti, Él puede manejar muchas cosas en todo el mundo, incluidos tus propios problemas”.

En una guerra espiritual, un corazón que perdona te hará tener una mayor fe en Dios y un mayor poder para quitar montañas de en medio. Nunca te inquietes, cuando el diablo te inquieta, te roba la victoria.

 

Un resumen:

La guerra espiritual es una batalla entre el bien y el mal y, como cristianos, estamos llamados a permanecer firmes y luchar contra las fuerzas de la oscuridad. Podemos armarnos de oración, ayuno y fe en Dios, confiando en su poder para protegernos y darnos fuerzas. También debemos estar dispuestos a perdonar, ya que esto nos ayudará a tener mayor fe y mayor poder para vencer al enemigo. Mediante la oración y el poder del Espíritu Santo, podemos luchar contra la maldad espiritual y mantenernos firmes en nuestra fe en Dios.

055 – Guerra espiritual – en PDF